Este paso debe hacerse muy rápido pues las papas se secan en un instante y la sal no pega. Después de saladas, nunca taparlas o la sal se caerá por efecto del aire húmedo y caliente.
No cocinar demasiado, si se pasa la cocción las papas se abren o se deshacen.
Nosotros por costumbre no colamos las papas, pues mientras se cuelan y se regresan a la olla, las papas van estar secas y la sal no va a pegar. Rápidamente con cuidado de no quemarnos ayudándonos con paños o guantes de silicona, volteamos ligeramente las papas con cuidado sobre su propia tapa dejando un espacio para que drene el agua. Rápidamente se les pone la sal por todos lados. Nunca volver a tapar después de tener la sal.
Si les sobran papas, se pueden guardar para el siguiente día. Se doran enteras o a la mitad en poco aceite, quedan deliciosas.