Mi mamá preparaba las arepuelas al ojo, es decir sin receta ni cantidades específicas. Siempre tenía que preparar un montón, pues desaparecían como por arte de magia en un abrir y cerrar de ojos! A mis hermanos y mí nos encantaban, especialmente en las tardes acompañadas con una taza de café o de agua de panela con leche. En mi país los niños si toman café, no negro pero si con leche y crecimos muy bien, no nos pasó nada raro, aquí es diferente y los niños no pueden probarlo.
Tengo que confesar que llevaba años sin probarlas y la verdad es que fue una delicia volver a sentir esa textura, ese olor y ese sabor tan delicioso! La preparación es muy fácil! Sólo se necesita harina, huevo, leche, esencia de vainilla, mantequilla, sal y azúcar. Se mezcla todo y se ponen a freír en poco aceite hasta que estén doradas por lado y lado. Son como una especie de pancake pero mucho más delgado.
Existen variaciones como en casi todas las recetas, algunos le ponen queso desmenuzado. Pueden ser saladas o endulzadas con azúcar o agua de panela y a veces las bañan con miel, syrup o le adicionan a la masa rodajas de banana, fresas o queso, al estilo de las crepes. Unos familiares que vinieron de Costa Rica, me contaron que allá las llamaban arepas y que las bañaban con leche condensada y la verdad es que me parece una buena opción para los amantes de las preparaciones dulces.
Una de las sobrinas de mi esposo me dijo que ese olor le recordaba mucho a su abuelita y eso me llenó de alegría! Es maravilloso que una preparación traiga en un segundo a la mente esas bellas memorias. Si dejaron de prepararlas y de saborearlas por largo tiempo, esta es la oportunidad para retomar la receta y disfrutarla en familia.
- 1 taza harina de trigo
- 3/4 taza leche
- 2 cdas mantequilla derretida
- 3-4 cdas azúcar
- 1/8 cdta sal
- 1/2 cdta esencia de vainilla
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Ingredientes
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Poner la harina en un recipiente, agregar el huevo. Mezclar con tenedor o batidor de mano.
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Agregar la leche, revolver.
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Incorporar la mantequilla derretida, la esencia de vainilla, la sal y el azúcar.
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Batir los ingredientes. Debe quedar sin grumos de harina y la consistencia equilibrada, ni muy líquida ni muy espesa.
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Poner una sartén a fuego medio alto con poco aceite. Agregar una cucharada grande de la mezcla.
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Se pueden hacer de diferentes tamaños, estás son medianas.
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Bajar a medio la temperatura para que no se quemen. Dejar hasta que al mover el sartén despegue completamente y la superficie esté firme.
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Dar la vuelta y dejar dorar por el otro lado.
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Las arepuelas van absorviendo el aceite, agregar más cuando sea necesario.
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Retirar las arepuelas de la sartén y ponerlas sobre toallas de papel de cocina para retirar el exceso de grasa.
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Servir calientes con una taza de café con leche o su bebida favorita.
Si las quieren más dulces, le agregan azúcar al gusto.