Me encanta la carne de cerdo en todas sus presentaciones. Es un animal que se aprovecha todo (grasa, pezuñas, orejas, piel, costilla, tocino, etc). Cada una de sus partes, es exquisita! La platos que se pueden hacer son infinitos, al igual que las cocciones. Asado, ahumado, a la plancha, a la parrilla, al horno, frito, en sopas, en sudados, en pucheros y sopas, por nombrar algunos.
Recuerdo unas vacaciones con la familia. Estábamos pasando unos días de descanso en una finca, tenían diferentes cultivos de frutas, vegetales y también animales. En esa oportunidad mataron un cerdo. Tuvimos para comer todos por tres días, no sabíamos qué era lo más rico, si el chicharrón, los fríjoles con pezuña, la carne sudada, las chuletas fritas, el lomo en salsa, la sopa con costilla, mejor dicho todo estuvo tan bueno que nunca logramos ponernos de acuerdo. Lo mejor es que no nos cansamos de comer cerdo, disfrutamos cada sabor y cada textura, cada una muy diferente de la otra.
En la región del Valle del Cauca en Colombia, tienen una preparación muy rica, la Chuleta Valluna. En el país se prepara chuleta de diferentes maneras, ésta se pasa por huevo y luego se apana. Algunos la pasan por harina de trigo y por el pan rallado. Otros lo marinan y lo pasan por el pan directamente. Hay algunas pequeñas variaciones pero lo que se quiere tener como resultado final, es una carne blanda y jugosa por dentro y crocante y dorada por fuera. Mi cuñada Martha que es caleña, me hizo una aclaración que bien vale la pena compartirla. Si uno pide una Chuleta Valluna en Colombia, viene sin hueso o sea que no es chuleta sino milanesa. Aquí si uno va a la carnicería para comprar el corte de carne y pide chuleta, ya sea de res o de cerdo, siempre viene con hueso y esa fué la que usé en ésta receta.
Vero, una amiga uruguaya muy querida y que hace unas milanesas riquísimas, apana el cerdo dos veces y le queda realmente espectacular! Ella lo hace con miga de pan de la que ya viene sazonada como al estilo italiano con hierbas y creo que por eso el sabor queda tan sabroso! Esa es la técnica que usé para ésta receta. Aunque he probado de diferentes maneras el apanado, éste es el que más me gusta y aprovecho para compartirlo. Pueden hacerlo también con carne de res o con pollo.
Es una receta muy muy simple y con pocos ingredientes. La tradicional Chuleta Valluna se sirve con ensalada de vegetales mixtos, papas fritas, arroz y cascos de limón. Aquí en mi casa a todos les fascina y siempre quieren más! Si no la has probado, ésta es la oportunidad de prepararla, se convertirá en uno de los platos favoritos.
- 4 porciones chuleta de cerdo o milanesa
- 5 huevos batidos con sal y pimienta
- sal y pimienta
- ajo en polvo
- 3 tazas pan rallado o panko (preferiblemente sazonado)
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Ingredientes
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Si las chuletas están gruesas, se adelgazan dando golpes con una piedra o utencilio para aplastar, también pueden hacerlo con un rodillo de panadería. Cuidar que no queden tan delgadas.
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Sal pimentar cada porción y espolvorear con el ajo en polvo por ambos lados.
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Dejar reposar por 20 minutos en la nevera.
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En un tazón, batir los huevos con sal y pimienta.
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Poner en un plato amplio el pan rallado o panko.
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Sacar las chuletas de la nevera y pasar cada una por el pan rallado.
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Hacer presión para que quede bien adherido el pan a la carne.
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Quitar el exceso.
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Sumergir las chuletas en el huevo por los dos lados.
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Escurrir el exceso.
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Pasar nuevamente por la miga de pan presionando bien por lado y lado.
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Retirar nuevamente el exceso de pan.
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Poner aceite en un sartén grande a temperatura media alta. Cuando esté caliente, se comienzan a freír las chuletas, unos dos o tres minutos por cada lado.
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Si la temperatura está demasiado caliente, bajarle un poco. Queremos que las chuletas queden doradas y cocidas por dentro, no quemadas.
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Retirar del sartén, escurrir en toallas de papel de cocina y servir de inmediato. Acompañar con una ensalada mixta de vegetales con sus aderezo favorito, papas fritas o arroz y cascos de limón.
Si no les gusta freír, pueden llevarlas al horno precalentado a 400ºF ó 220ºC. Se dejan más o menos 10 minutos por un lado, hasta que esté dorada y luego por el otro. De ésta manera quedarán muy crocantes y con menos grasa.
Es importante presionar bien la carne con la miga de pan para que quede bien adherida y no se desprenda cuando se esté friendo.