El café es una de las pocas bebidas que han alcanzado gran prestigio y una buena taza de café colombiano, es apreciada por su aroma y suavidad en el mundo entero. Detrás de cada grano de café, se tejen muchas historias y son nuestros campesinos, quienes laboriosamente, cultivan las variedades de la más alta calidad. Nuestro país tiene las mejores y las más fértiles tierras para la siembra. Cuando ya está listo el fruto, se procede a varios procesos como son la recolección, despulpado, lavado, clasificación, secado y tostado del grano.
Domingo, era el nombre de mi abuelito por parte de papá. Era un hombre pequeño de estatura pero de contextura fuerte y siempre fué muy trabajador! Tenía una finca en la región de Fusagasugá, no muy lejos de Bogotá. Era costumbre armar paseo e ir a visitarlo desde que éramos pequeños y nosotros felices! Pues era cambiar el frío por ese clima tibio que tiene esa región, casi todo el año. También para compartir con la familia, para jugar, era el punto de reunión especialmente los fines de semana.
Siempre se levantaba muy temprano, antes que cualquiera de nosotros para regar las plantas, eso lo recuerdo mucho! En el principio cultivaba flores, que luego cortaba y empacaba personalmente para venderlas en la ciudad. Tenía un espacio para los animales, como gallinas, pájaros de diferentes especies, conejos y curíes. También un vivero o lugar donde cultivaba plantas ornamentales para la venta, también árboles frutales y café. Así que junto a mis hermanos y primos, tuvimos la fortuna de crecer, viendo el proceso del café muy de cerca.
Me considero amante del café, desde pequeña y hasta hoy en día, el primer olor que percibo, es del café recién hecho… No hay nada más delicioso! En casa de mi mamá y de mis tías, el café de la mañana al menos, no puede faltar! Incluso si vamos de paseo, cargan su termo lleno de café, cualquier momento es perfecto para compartir una taza. Es por eso que le tengo tanto amor, pues siempre trae muy buenos recuerdos! Hay muchas preparaciones de tortas, pasteles o postres con café. En ésta oportunidad les quiero presentar una muy buena receta. Una tentación de café de la que no puedes escapar! Combina el delicioso sabor del café y una torta muy simple pero con un maravilloso sabor!
- 4 huevos
- 1 1/4 tazas azúcar
- 2 tazas nueces (walnuts, pecans)
- 1 taza harina de trigo
- 1 cda polvo para hornear
- pizca de sal
- 1/4 cdta bicarbonato de sodio
- 1 cda leche
- 3 cdas mantequilla blanda y sin sal
- 1/3 taza café preparado y fuerte
- 3/4 cda ron (opcional)
- 3/4 taza azúcar pulverizada
- nueces y granos de café para decorar
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Ingredientes
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Precalentar el horno a 375º F (190º C).
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Engrasar y enharinar dos moldes pequeños o medianos del mismo tamaño y forma.
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En un tazón mediano, combinar todos los ingredientes secos (harina de trigo, polvo de hornear, bicarbonato de sodio y sal), mezclar bien y reservar.
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Batir 3 yemas de huevo con 3/4 tazas de azúcar, hasta que la mezcla esté suave.
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Agregar 1 1/2 tazas de nueces en trozos medianos, revolver bien con una espátula e ir agregando gradualmente la mezcla que habíamos reservado de los ingredientes secos y la cucharada de leche o un poco más si se necesita.
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Batir las claras de huevo hasta que tomen punto de nieve, incorporar a la mezcla anterior con movimientos envolventes.
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Dividir la mezcla y poner la mitad en un molde y la otra mitad en el otro. Hornear por 15 minutos o hasta que al introducir la punta de un cuchillo, salga limpio.
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Dejar enfriar unos 10 minutos, desmoldar y dejar sobre una rejilla, hasta que enfríe por completo.
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Batir la otra mitad de mantequilla y una yema de huevo hasta obtener una mezcla suave .
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Añadir el azúcar restante, la mitad del café preparado, el ron y el resto de las nueces, mezclar bien.
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Poner una de las tortas sobre un plato para servir, esparcir la mezcla uniformemente con ayuda de la espátula. Poner la otra torta encima.
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Mezclar el azúcar pulverizada con el resto del café, hasta formar una mezcla que se pueda untar. Adicionar poca agua si se necesita.
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Esparcir sobre la segunda torta uniformemente y dejar hasta que la mezcla seque. Adornar con nueces y granos de café.
