La Salsa Romesco o Salvitxada es una de mis salsas favoritas, no solo por su sabor sino por la versatilidad y usos que se le puede dar. Se puede hacer cocida o cruda pero yo prefiero darle un poco de horno, me gusta un poco más equilibrada que el sabor no quede tan fuerte. Tradicionalmente se usa para acompañar los calçots que es un tipo de cebolla blanca larga asada a la brasa. Es un plato de temporada en la región de Valls, Tarragona aunque se cultiva casi en toda Cataluña, es un plato de temporada, solo están disponibles de noviembre a abril.
La Salsa Romesco es muy saludable, está hecha a base de ñoras ó pimientos asados (se usa la variedad conocida como cuerno de cabra por ser curvado y en punta), tomates, ajos, pan, avellanas, un toque con guindillas o algún otro tipo de picante, aceite de oliva, vinagre de vino rojo, sal y pimienta. Desde que la probé quise saber la manera de prepararla y la verdad es que hay muchas variaciones, se hace con los vegetales crudos, a la parilla o al horno y los ingredientes cambian un poco de lugar a lugar.
Es toda experiencia y un ritual sentarse a la mesa, le ponen un babero para no ensuciar mucho la ropa. Sirven los calsots sobre tejas de barro rojo, se les retira la parte asada de afuera, se sumergen en la salsa y se los debora uno casi sin darse cuenta, son una verdadera delicia! Aquí no se cultivan los calçots, pero la uso para poner sobre papas cocidas, vegetales, pastas, como una especie de dip para vegetales crudos o cocidos pero al dente; incluso si se sirve en el plato como base y encima un pescado blanco queda súper bien y hace un contraste muy bonito. A veces uso la salsa para adobar las papas, luego las llevo al horno y reservo un poco de la Salsa Romesco para poner sobre las papas al momento de servir. Tiene un sabor maravilloso, muy equilibrado y le da un toque muy especial a lo que se le ponga.
Como lleva vinagre y aceite de oliva, se conserva muy bien en la nevera si se quiere por varios días pero estoy segura que no les va a sobrar nada! Mi familia y amigos siempre me piden la receta, así que aquí con mucho gusto la comparto. Espero que la ensayen, la prueben y la disfruten tanto como yo.
- 2 tomates rojos grandes y maduros ó 4 medianos
- 3 ñoras o 1 pimentón rojo grande asado
- 5 dientes ajo medianos sin piel
- 1 rebanada pan tostada o frita en poco aceite
- 12 avellanas tostadas o algún otro tipo de nuez
- 1/4 taza vinagre de jerez o de vino rojo
- 1 taza aceite de oliva
- 2 guindillas ó 1/4 cdta chile seco picante en hojuelas
- 1 cdta sal o al gusto
- 1/8 cdta pimienta negra molida
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Uno de los principales ingredientes son las ñoras, que se consiguen fácilmente en España pero en otros países no. Así que pongo a asar el pimentón rojo que debe ir sin semillas ó a veces le pongo el contenido de un frasco de pimentones rojos asados pero sin el líquido.
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El primer paso es elegir un recipiente que sea seguro para el horno. Ahí ponemos las ñoras ó los pimentones asados, los ajos y los tomates cortados en cruz en la parte superior.
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Se adiciona la tajada de pan tostado, asado o frito del que más les guste, las avellanas sin piel y tostadas ligeramente o algún otro tipo de nuez.
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Ponemos las guindillas o picante, sal y pimienta.
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Agregamos el aceite de oliva.
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Y finalmente el vinagre.
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Mezclamos todo, de manera que el pan quede mojado y los demás ingredientes bien integrados.
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Llevamos al horno precalentado a 350 grados F (180 grados C) por 45 minutos.
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Retiramos del horno, dejamos enfriar un poco y retiramos la piel de los tomates.
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Usamos un brazo eléctrico de mano y vamos triturando, hasta que todos los ingredientes se mezclen.
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Debe tener una textura un poco espesa. Si les parece demasiado espesa, a veces pongo un poco del agua en que venían los pimentones pero casi nunca hace falta.
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La pongo sobre papas cocidas o pastas.
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También como dip para vegetales crudos, al vapor o a la parrila.
