El Mute es una sopa muy completa y exquisita pero no es un plato para preparar a diario, pues se necesitan bastantes ingredientes y su cocción es prolongada. Pero para un fin de semana, cuando se tiene un poco más de tiempo, el mute es una excelente opción, especialmente en esos días fríos y lluviosos. La receta que les comparto hoy, es una de las tantas versiones del Mute, una sopa típica de la gastronomía del centro de Colombia, especialmente de los departamentos de Cundinamarca y Boyacá pero uno de los mutes más reconocidos, lo encontramos en la región de los Santanderes, el delicioso Mute Santandereano. Lleva mano de res, carne de cerdo, vegetales (ahuyama, berenjena, fríjol verde), garbanzo, pasta para sopa, perejil, entre otros ingredientes más.
El maíz, uno de los ingredientes que tenemos en común en muchos de nuestros países y ha sido base de nuestra alimentación. La tradición del maíz, ha pasado de generación en generación. Existen muchas variedades y se emplea como base para infinidad de preparaciones. También ha sido inspiración y ha quedado plasmado en diferentes expresiones artísticas, relatos, mitos y leyendas.
En Colombia ya viene listo el grano para prepararlo, aquí uso el grano que venden para hacer el pozole pero lo pongo a cocinar más tiempo hasta que esté muy blando. Y precisamente es el pozole lo que más se me parece a la Sopa de Mute. Además de las carnes, el pozole lleva menudo y lo sirven acompañado de chile, limón en cascos, cilantro, rábanos, cebolla cabezona y lechuga o repollo picado y mucho picante.
La Sopa de Mute se puede servir como una sopa pequeña, acompañando otros platos o perfectamente, como plato principal. Se acompaña con arroz y cascos de aguacate y si tienen un poco de nuestro delicioso ají casero, queda todavía mejor! La Sopa de Mute, contiene todo lo que se necesita para una comida completa y el sabor es exquisito, les va a encantar!
Enlace relacionado Papas Chorreadas en esta receta aparece la preparación del hogao. Para realzar el sabor de las sopas se utiliza el hogao o guiso regular, no lleva queso.
Una de las receta más típicas de la gastronomía colombiana. Una sopa muy completa, exquisita... Una maravillosa receta para compartir en familia, especialmente en los días fríos, solo hay que seguir el paso a paso!
- 1 1/2 tazas maíz peto o maíz blanco precocido (white hominy)
- 1 libra papa en cubos
- 1 libra espinazo cerdo
- 3/4 libra pata de cerdo
- cilantro fresco picado
- hogao al gusto
- atado hierbas de olor frescas (tomillo, orégano, salvia)
- 1/4 cdta comino
- sal al gusto
- pimienta (opcional)
- 1 taza guiso (hogao) sofrito con cebolla, tomate, comino, color, sal
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Ingredientes
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Lavar carnes y vegetales.
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Cocinar en una olla a fuego alto el maíz con suficiente agua.
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Cuando el maíz esté blando y abierto, escurrir y reservar.
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Cortar en trozos las carnes y ponerlos en una olla a fuego alto, cubrir con agua.
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Incorporar el cilantro, comino, poca sal y pimienta (opcional).
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Bajar el fuego a medio y dejar cocinar hasta que las carnes estén blandas, más o menos entre 50 y 60 minutos.
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En este momento se agrega el maíz previamente cocido, dejar unos minutos más.
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Agregar la papa cortada en cuadros y el atado de hierbas.
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Incorporar el guiso (hogao). Se sofríe cebolla larga picada (de rama), se agrega el tomate picado, lleva comino, color y sal como condimentos.
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Mezclar todo y dejar cocinar por 25 minutos más o hasta que esté todo blando.
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El éxito de ésta receta radica, en que tanto el maíz como las carnes, queden muy suaves.
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La preparación del hogao básico, se encuentra al finalizar en las notas de la receta.
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Servir caliente con cilantro fresco picado, cascos de aguacate y arroz blanco.
El hogao básico, es una mezcla preparada a base de cebolla larga como la conocemos en Colombia (cebollín, scallions) y tomates maduros picados, sal, pimienta y comino al gusto. Se sofríe la cebolla en aceite, luego se agrega el tomate y los demás ingredientes, se deja conservar unos minutos hasta que el tomate esté suave. Se usa como base para guisados, carnes o para acompañar las papas, los patacones y empanadas. Se le puede agregar a sopas, guisados y granos, entre otras preparaciones, para realzar el sabor.