En Colombia no recuerdo haber comido alcachofas, cuando ya estaba viviendo en California descubrí las cabezas de alcachofa que en realidad contiene en su interior flores sin abrir. Me han fascinado desde que las probé y me pareció muy divertida la manera de comerlas, es como buscar hasta encontrar el tesoro, el corazón de la alcachofa! Se consiguen algunas variedades, las más pequeñas para comerlas fritas, asadas o rostizadas y estas, las más grandes y las más comunes, normalmente se cocinan al vapor. Se cultivan diferentes tipos que varían en color, tamaño, forma, textura y sabor.
Son originarias de Egipto, en el norte Africa, desde la antigüedad ya la conocían los griegos y romanos y le atribuían poderes afrodisiacos. Muy popular en Italia, España y Francia especialmente.
Esta planta es maravillosa para la salud, por eso debería consumirse más. Contiene agua que es el componente mayoritario son los hidratos de carbono, entre los que destaca la insulina y la fibra. En cuanto a minerales, contiene sodio, potasio, fósforo y calcio; y entre las vitaminas, se destaca la vitamina B1, vitamina B3 y pequeñas cantidades de vitamina C. Se ha demostrado que el extracto de alcachofa es un excelente antiinflamatorio y antioxidante del organismo y una buena ayuda para el tratamiento de la obesidad, diabetes y de otras enfermedades que cursen con inflamación. Se usa oralmente para disfunciones del riñón por su efecto diurético, se utiliza también en el tratamiento de la anemia, diabetes, fiebre, gota, reumatismo y piedras en vías urinarias. Por sus cualidades depurativas, y su alta cantidad en fibra, el consumo de alcachofa beneficia la pérdida de peso. Otro de los beneficios está relacionado con la salud del hígado, ya que su consumo permite la protección de daño y promueve el crecimiento de tejido nuevo.
Lo primero que hay que saber es cómo arreglarlas un poco para luego llevarlas a cocción. Muchas personas no las compran porque no saben cómo se arreglan, cómo se cocinan ni cómo se comen, yo tampoco tenía ni la más remota idea! La parte más complicada por decirlo de alguna manera es la limpieza, retirar las espinas de las hojas, cortar la parte superior, retirar las hojas que están más afuera pues son muy duras y no se come nada de ahí, retirar el tallo y limpiar la parte inferior.
Esta es la manera en que cocinamos la alcachofa en casa, como esta variedad es tan dura y grande, simplemente las hacemos al vapor. En una olla en la estufa van a tardar para que queden bien tiernas entre 45 minutos y 1 hora. En la olla a presión, unos 25 minutos.
Por otra parte, comerla tampoco es muy fácil si no se sabe por dónde empezar… Se comienza a retirar hoja por hoja y se sumerge la parte inferior en la salsa, se come solo esa parte que en realidad no es que tenga mucho para comer pero bueno, se hace esto hasta llegar a lo que sería la flor de la alcachofa, cambia el color y la textura, esa parte se retira. Encontramos un semi círculo con una especie de pelitos, esa parte se retira totalmente con ayuda de una cuchara pequeña y ya lo que queda es el corazón, que es la parte más carnosa.
Para acompañar, se hace una salsa muy rica, rápida de hacer y con muchísimo sabor! Se mezcla de aceite de oliva, ajos picados, sal, pimienta, chile seco al gusto, zumo de limón y perejil. Las alcachofas son realmente exquisitas y beneficiosas para la salud, si no las han probado, esta es la oportunidad! Para prepararlas, solo hay que seguir el paso a paso!
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Receta fácil, unas deliciosas alcachofas al vapor, acompañadas de una salsa con muchísimo sabor! Para prepararlas, solo hay que seguir el paso a paso!
- 2 alcachofas
- 4 cucharadas mantequilla sin sal
- 2 dientes ajo picado
- pimienta negra molida al gusto
- 1/4 cucharadita sal o al gusto
- 1/8 cucharadita hojuelas de chile o al gusto (opcional)
- 1/2 cucharadita limón amarillo (zumo) o al gusto
- perejil picado u otra hierba (albahaca, cilantro, etc)
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Cortar la parte superior de la cabeza de la alcachofa, de manera que quede plana arriba. Si las terminación de las hojas son muy puntudas como espinas, se cortan con tijera.
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Dar la vuelta y cortar el tallo. Retirar ca a mano las primeras tres capas de hojas alrededor de la alcachofa en la parte inferior. Con un cuchillo pequeño moldear un poco hasta que quede de la manera en que se en la foto.
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Poner en la olla a presión con una rejilla abajo y poca agua por 25 minutos.
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Ingredientes para la salsa. Mezclar todos los ingredientes.
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Sacar las alcachofas de la olla. Sabemos que las alcachofas estén cocidas, si al introducir la punta del cuchillo, se siente blanda. De lo contrario, necesita más cocción.
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Servir junto con la salsa.
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Poner la mantequilla en una sartén, derretirla a fuego medio bajo. Agregar los ajos picados y dejar un par de minutos, cuidando que no se quemen.
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Agregar la sal, la pimienta, el chile en hojuelas (opcional), mezclar.
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Incorporar el zumo de limón y el perejil picado. Mezclar y retirar del fuego. Verificar sabor.
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Comenzar a retirar hoja por hoja desde la parte de afuera e ir mojando en la salsa. Se come la parte más clara en la parte inferior de la hoja.
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Hasta llegar a esta parte, es la flor sin abrir. Los pétalos no se comen, se descartan.
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Retirar con la mano esa parte, va a salir fácilmente.
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Vamos a encontrar esta especie de semi circunferencia con una especie de pelitos.
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Se retira con ayuda de una cuchara pequeña comenzando desde la parte inferir de estos.
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Retirar completamente.
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Lo que queda es el corazón, que es muy carnoso y se come mojando en la salsa.